Las cartas que no escribí, los
poemas que borré. Los llantos que aprendí, las sonrisas que olvidé.
Dejarte de querer era la idea.
Pensarte cada día el resultado. Diferencias irreconciliables sobre la faz de tu
cadera. Y en cada caricia los restos de un pecado.
Los versos que esbocé siguiendo
tus lunares. El arte que escupía cada poro. Como volcanes de placer. Cuando
mentía diciendo que yo no me enamoro.
¿Qué hiciste conmigo? Intento
dormir y utilizo tus sueños de abrigo. Pero me consuela saber que me acuesto
solo y que despierto soñando contigo.
Sé que no son horas de escribir.
Que tuve todo el día para decirte que sin ti no quiero vivir. Pero hasta que no
veo a la luna tiritar no asumo que temblar sin ti es otra forma de morir.
Me lees en otro libro. Tus ojos
del mismo color que los míos. Mirándome en el espejo cada vez que quiero verme
contigo.
Y era mentira. Que fueses a estar
toda la vida conmigo. Cuando me susurrabas que salvaríamos el mundo. Cuando me
susurrabas te necesito al oído.
Photography by Fan Ho |
Lo he leído 3 veces y en cada una me ha tocado más que la anterior. Gracias.
ResponderEliminarAntes de nada, darte mi más sincera enhorabuena.
ResponderEliminarPara mi es un placer leer cada uno de tus ensayos. Todos tienen algo de especial, ese algo que me hace desconectar de este mundo y sumergirme en esas maravillosas palabras. Olvidarme de todo y recordar aquello vivido.
Gracias por hacerme soñar despierta.
¡Un saludo!
Aiñ, no sé cómo haces pero tus palabras siempre logran tocar los lugares indicados en mí. Muchas gracias por este escrito. Saludos!
ResponderEliminar