-Inspirado en hechos reales-
Leonardo: ¡Qué vidrios se me clavan en la lengua! Porque yo quise olvidar y puse un muro de piedra entre tu casa y la mía. Es verdad. ¿No lo recuerdas? Y cuando te vi de lejos me eché en los ojos arena. Pero montaba a caballo y el caballo iba a tu puerta. Con alfileres de plata mi sangre se puso negra, y el sueño me fue llenando las carnes de mala hierba. Que yo no tengo la culpa, que la culpa es de la tierra y de ese olor que te sale de los pechos y las trenzas.
Novia: ¡Ay que sinrazón! No quiero contigo ni cama ni cena, y no hay minuto del día que estar contigo no quiera, porque me arrastras y voy, y me dices que me vuelva y te sigo por el aire como una brizna de hierba. He dejado a un hombre duro y a toda su descendencia en la mitad de la boda y con la corona puesta. Para ti será el castigo y no quiero que lo sea. ¡Déjame sola! ¡Huye tú! No hay nadie que te defienda.
Bodas de Sangre - Federico García Lorca
Joder, se me ha enfriado el café. Empezamos bien. Siempre me pasa lo mismo. Que se lo digan a nuestra relación… ¿O lo pedí con leche fría? No me acuerdo. Me pongo a componer y desconecto de todo. Menos de ti, claro. Es cuando más te recuerdo.
Ya sé que te prometí no volver a escribir, que te juré
hacerlo todo más fácil y que dejaría de complicar las cosas. Ya sé que sabes
que todo lo que escribo es para ti. Para nosotros.
Y sé que me vas a leer, pero esta vez, de verdad, voy a
intentar no ir de enamorado. Es sólo que me he dado cuenta de que somos lo que vemos cuando cerramos los ojos.
Y te explico por qué.
Bonnie Parker (Faye Dunaway) y Clyde Barrow (Warren Beatty), 1967.
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Cada vez que los cierro te veo a ti. No puedo evitarlo. No depende de mí. Te veo.
No has cambiado nada, preciosa.
Cuando te digo todo lo que siento, los abro de nuevo, pero ya
no estás. Al parecer, hace tiempo que te fuiste. Mientras los mantenga abiertos,
sé que no te encontraré.
No puedo más, quiero vivir con los ojos cerrados. Quiero vivir contigo. Y vuelvo a verte,
vuelvo a vernos. Eres el admirable y metafórico temperamento de La Novia del trágico teatro Bodas de Sangre de García Lorca, suplicando
que interprete a su perseverante y poético Leonardo.
Eres la enamoradiza y apasionada personalidad de la ambiciosa aventurera Bonnie
Parker, que nada sería sin su audaz y valeroso bandido Clyde Barrow. Eres la adictiva
dulzura y naturalidad de Rachel McAdams en cualquiera de sus películas (te dejo
escoger: El diario de Noa o Una cuestión de tiempo. La que más te
guste. Con la que más veces nos hayamos enamorado fundidos en un ensimismado abrazo,
acurrucados bajo tu calentita manta, en nuestro exclusivo sofá. Por cierto, qué
bien te quedaba mi pijama).
La encantadora Mary (Rachel McAdams) en Una
cuestión de tiempo, 2013.
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Lo sé, es lo malo. Cuando yace la intermitente oscuridad, una
lágrima recorre mi desolado rostro. Y se suicida.
No puedo permitirlo. Hay que vivir con los ojos abiertos. Hay
que saber afrontar la ambigua realidad. Con el corazón roto, sí, pero con
optimismo. Con seguridad. Siendo tú mismo. Sin perder tu identidad. Ya
lo dijeron The Beatles en Strawberry
Fields Forever: “living is easy with eyes closed”. Y más si todavía sigues ahí dentro. En
la capa más externa de mi acorazado corazón. Y más todavía si nunca nos interesó
lo sencillo.
Vale. Prometo abrirlos pero, por
favor, no te vayas.
Tres maravillosos años siendo
‘nosotros’. ¿Qué nos pasó? ¿Qué hicimos mal?
Quedaba sitio en el vaso para una
gota más.
Mientras mis párpados caigan siempre seremos uno. Somos lo
que vemos cuando cerramos los ojos. Y yo sólo te veo a ti, pequeña. Llevo tres
años sin ser sin ti.
Novia: ¿Adónde me llevas?
Leonardo: Adonde no puedan ir estos hombres
que nos cercan. ¡Donde yo pueda mirarte!
Novia (sarcástica): Llévame de feria en feria,
dolor de mujer honrada, que las gentes me vean con las sábanas de boda al aire,
como banderas.
Leonardo: También yo quiero dejarte si
pienso como se piensa. Pero voy donde tú vas. Tú también. Da un paso. Prueba.
Clavos de luna nos funden mi cintura y tus caderas.
Bodas de Sangre - Federico García Lorca
Tienes razón, menos mal que no iba a ir de enamorado pero ya
me conoces, cariño: there´s no song without love.
El Portaminas Negro